AVELINA CRISÉLIDA
Avelina Crisélida Cepeda de Canterbury, en el porche que da a su jardín, intentando reprimir su carácter balístico y sus instintos asesinos, mientras espera a Agapito Wydler von Rothschild, autor de la escultura que ella encargó y con la que pretendía conmemorar su 25 cumpleaños.
Según ella, sale muy poco favorecida, pareciéndose demasiado a su prima Deodalia Dilson, que es feísima; y el león no parece muy feroz. De hecho, parece hasta medio desnutrido y que ha sido drogado. Para empeorar las cosas, asegura que a ella jamás se le mencionó que iba a salir en topless y no posó así. Los pechos de la estatua, por tanto, no se parecen -ni remotamente- a los suyos...sin aclarar si se descamisaría para demostrarlo.
La situación ha colmado su paciencia.
El general Ramsey Bethancourt y algunos oficiales de su guardia personal, aguardan detrás del árbol, para arrestar a Agapito en cuanto este aparezca, para darle unos azotes en público y que sirva de ejemplo a otros artistas que se tomen este tipo de licencias creativas.
Los preparativos para su aniversario continuarán, pero la estatua será previamente -y muy discretamente- demolida, para evitar chismorreos y desprestigio.